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Me gusta vivir en rojo, pero sin tomar revancha.

viernes, 31 de julio de 2009

¿Qué pasa en el ocaso con la tristeza?




la palabra es un suspenso perpetuo
en la caída del tiempo
una región congelada donde somos marionetas
ignorantes de la sombra del desierto
los rostros desfilan puros y nítidos
sobre la llama del viento
el silencio acariciante acompaña con susurros
el tímido verso
en un anticipo de luces y sombras
aromas melodías y colores
que ocultan los peces dorados
de la despedida.

jueves, 30 de julio de 2009


miércoles, 29 de julio de 2009

Todo es saber cúando

las voces
la palabra
el ruego
las promesas
lo creado
se sepulta
se incinera

quizá las cenizas lavarán las culpas




estremece las puertas

la angustia de las sombras

caen las palabras

en el tiempo de la noche

se esfuma el rumor del insomnio

y el silencio se desborda

sobre el cristal soleado


el cielo enrojece

sobre los renglones

duermo y escribo / escribo y duermo

Mujer de otoño





Hurgo en la memoria
y la soledad
-eterna visitante que ataca
con la boca entreabierta de sollozos-
también ríe, se burla,
teje y desteje las palabras que huyen
sepultadas en el verde inconsciente
de un otoño frío


Deambulo entre manantiales de tristeza
y otra vez las cadenas golpean
aúllan nombres olvidados
memorias rojinegras atávicas
luces muertas y graznidos salvajes


Es difícil clausurar los pozos humeantes del pasado

jueves, 23 de julio de 2009

ORACIÓN

Señor:

Cómo decirte lo que se agita dentro de mi sin ofenderte
ni parecer desconforme con la vida
he tenido mucho más que otros
un hogar padres hermanos esposo fiel
mucho más que otros
calor en invierno
agua fresca y alegrías en verano
amigos compartiendo juegos amores y festejos
mucho más que otros
pero hoy estoy triste
por eso te elevo esta plegaria:
ya sé que todo tiene su final en la Tierra
cuando llegue el momento te ruego
repartas a otros en igual medida
la felicidad que gocé por tu inmensa bondad

que a nadie le falte el agua y el fuego
ni el árbol la casa las flores y mieles
el amor del amigo
el descanso mullido
el canto de los pájaros
la lluvia que lava las penas
y el sol como lumbre de paz

dejando la congoja a un lado
me declaro feliz y doy gracias
tuve mucho más que otros
porque tú lo quisiste.

El estallido

Si alguna vez regresaras
a la orilla de mis lágrimas
estallarían alborozadas las estrellas
y las puertas cerradas
despertarían con un aura enloquecida


Si aquella despedida
fuera sólo esta pesadilla
que alimenta los retorcidos insomnios
nuestros pasos trepidarían en el azul
y dejaría de preguntar.